miércoles, 27 de julio de 2016

Los adoradores



¿Qué es ser un adorador?
       Para ser un adorador tienes que cumplir con ciertas facetas tanto musical como en lo espiritual. No se puede ser un adorador sólo en lo espiritual y no saber de lo musical; o al revés, no se trata de sólo saber lo musical porque eso no significa que sepas adorar a Dios.
       ¿Por qué? Porque la adorar, como es un complemento de varias circunstancias y situaciones, implica hasta el estilo de vida que uno tiene. No sólo puede adorar tocando música, sino con el estilo de vida.
       Como la gente que no toca ¿Quiere decir que no puede adorar? Nada que ver. La adoración es un complemento de tu estilo de vida espiritual y de una preparación musical, si eres de los que tocan, porque un adorador como el que menciona la biblia es el que realmente con toda su mente y toda su alma está entregándose a Dios.

¿Cómo sabe uno si está llamado a ser un adorador?
       Todos están llamados a ser adoradores, porque no es sólo de la cuestión musical. Todos estamos hechos para la adoración, porque todos a final de cuentas, cuando estemos ante la presencia del Señor vamos a adorarle y alabarle.
       A lo mejor la cuestión es si estoy llamado a tocar un instrumento, eso sí es diferente, porque todos estamos llamados a adorar.

¿Cómo puede saber un adorador si está haciendo bien las cosas?
       Tiene que haber varias cosas. Una de ellas está haciendo las cosas bien se va viendo el fruto. Hay personas que se entregan al Señor, hay personas que cambia su vida por la adoración. Tienes que ver que haya un fruto para saber si ese es tu llamado y si lo desarrollas correctamente.
       También hay veces que la misma gente te va diciendo cosas como “Hermano, échele ganas, cuando toca nomás no”. Así que también hay que escuchar al pueblo y ser uno autocrítico sabiendo escuchar.
       Sin embargo cuando estás en las cosas del Señor, eso va fluyendo y tú mismo te das cuenta. Así te puede pasar como a Jonás, que aunque te quites, si Dios te tiene el llamado para eso, te va tocar.

¿Qué dificultades enfrenta un adorador?
       Son muchas. En unos puede ser la vanidad, también hay gente que por engranarse en lo musical, descuida lo espiritual. Aunque toque o cante muy bien, si no ora, no ayuna, no lee la biblia; si no tiene esa relación con Dios, espiritualmente se pierde.
       La influencias de las amistades musicales y lo que escuchen también tiene mucho que ver.  Hay unos que como les dicen “Hermano, qué bonito toca”, se equivocan espiritualmente; si realmente sabes que Dios te está usando, la respuesta es “Gracias al Señor…”, pero hay gente que se siente la única responsable.

¿Cómo debería ser la vida de un adorador?
       Tiene que estar consagrado. No puedes estar cantándole a Dios  luego las del mundo. No puedes tener un estilo de vida así. O eres o no eres, o sí o no, o frío o caliente. Desde ahí pierde también credibilidad el adorador.
        Debe uno llevar un estilo de vida que sea genuino. Por ejemplo, si tú ves un artista que firmó con Televisa, tú lo vas a ver sólo en Televisa y nunca en TVAzteca u otra empresa porque ya firmó con Televisa y tiene los derechos.
        Si tú realmente te entregaste al Señor y le dijiste que le ibas a adorar y cantar toda la vida, ya o puedes andar en otras cosas. A menos que digamos que ese es tu trabajo, que realmente te mantienes de ahí, y con ese salario mantienes a tu familia, entonces al César lo del César y a Dios lo de Dios.
       Porque la mayoría lo hace no porque sea su trabajo, sino sólo porque le llama la atención, no porque haya una necesidad.
       La consagración es una respuesta inmediata y con ella va la exclusividad. Si eres del Señor, nada más al Señor le vas a tocar, si tus dedos van a tocar, sólo para el Señor van a tocar.

       Obviamente, tampoco hay adorador si no ayuna, si no ora, si no se prepara, si no tiene una comunión y una experiencia con Dios también. Imagínate un “adorador” queriendo llevar un pueblo a la presencia de Dios cuando él mismo no puede entrar. 

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