jueves, 3 de julio de 2014

Los celos y el amor

¿Has escuchado frases como “lo celo porque lo/a quiero”, “mis celos muestran el amor que le tengo” o “no son celos, es miedo a perderlo”? Desafortunadamente yo sí, y es que en nuestros días es muy común escuchar que la gente relaciona los celos con estar enamorado, pero ¿En realidad los celos son amor?

       En mi opinión no lo son, pero llegaremos a eso pronto. En nuestros días es muy complicado definir qué es el amor, cómo se usa, con qué se come, ya que por diversos factores como la sociedad, modas y televisión, entre otros, afectan nuestro entendimiento y percepción de este concepto. El amor se relaciona con tener un sentimiento positivo hacía una persona de manera romántica como puede ser una pareja o de manera fraternal como pueden ser los amigos o la familia, sin embargo el uso de la palabra está muy gastado. A diario escucho como la gente usa esta palabra para cualquier cosa “Amo comer, amo el fútbol, amo dormir” así que ¿En realidad qué es y qué no es el amor?

      Una pregunta muy difícil de contestar a decir verdad. Si vamos a 1ra de Corintios 13 (muy conocido, por cierto) podemos encontrar que Pablo da unas características sobre la naturaleza del amor entre ellas el ser sufrido, no hacer cosas indebidas, no es envidioso, todo lo espera, lo soporta entre otras cosas. Estas palabras parecen contradecirse con la frase “lo celo porque lo quiero” ya que podemos ver claramente que el amor no tiene nada que ver con los celos, son cosas que no van de la mano, dos conceptos por así decirse opuestos.

       Y ¿Por qué se dan los celos? Los celos son el producto de la desconfianza en uno mismo, el temor a no ser lo suficiente para alguien y que esto cause que la otra persona se vaya con “otro/a”; pero en vez de expresar estos sentimientos de desconfianza los celos se manifiestan comúnmente con chantajes, berrinches, prohibiciones, manipulación entre otras actitudes de desconfianza.

       Creo que todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido los celos, al ser humanos no podemos en algún momento de nuestra vida evitar sentirlos. En mi vida debo admitir haberlos reflejado
de una u otra manera, la manipulación era mi manera favorita, decía cosas como “ok, vete con tus amiguitos”, “pues si lo prefieres a él está bien” o mostraba posición de victima para que esa persona se sintiera mal por mi propia inseguridad. Con el tiempo me di cuenta que ella no era el problema, el problema estaba en mí, en la idea de perder su cariño por yo no ser todo lo que ella necesitaba. Esto me llevo a tratar de ser mejor y mejor pero sólo logré estresarme y tratar de alcanzar un ideal que no se me había requerido, no me daba cuenta que ella me quería a mí y no a otros. Cuando me pude dar cuenta de eso pedí perdón por mis actitudes no saludables que simplemente empeoraban mi relación en vez de mejorarla.

       Como cristiano, creo firmemente que los celos no son algo que Dios espera de nosotros, somos humanos y se entiende, pero algo es tener celos en una ocasión y otra cosa es que estos sean nuestro modo de vida. Dios por medio de la salvación vino a llenar nuestros corazones con su infinito amor, si nosotros estamos llenos del amor de Cristo debemos reflejarlo, sentirlo, que la gente pueda sentir el amor de Dios en nuestras vidas. Sé que todos tenemos cosas que nos causan inseguridad y que tal vez no estamos 100% felices con nuestra apariencia o personalidad, y eso es lo que nos hace humanos. Mi consejo es dejar de preocuparnos por esas cosas que no podemos cambiar y enfocarnos en mejorar aquellas que si podemos.

Los celos también se presentan en los
niños, cuando nace un nuevo hijo.
       Si tu inseguridad es el color de tu piel (por poner un ejemplo) siento decirte que eso no va a cambiar, así te hizo Dios y de esa manera lo Quiso, sentirte menos por tus características físicas no te llevará a nada, mejor llénate con el gozo de Dios y date cuenta que así co


mo eres, puedes tener el amor de esa persona que quieres o que ya tienes a tu lado.

       Deja de preocuparte por cosas que no llevan a nada, si ya tienes pareja no hay razón para estar celoso, recuerda que te escogió por algo, si sientes celos o te sientes inseguro háblalo con esa persona, de esa manera los dos estarán al tanto y seguro podrán aclarar esas ideas que a veces rasgan la irracionalidad. Recuerda que el amor es más grande que cualquier inseguridad y que el amor de Dios es infinitamente más grande que cualquier obstáculo en tu camino. Celemos menos y amemos más, ya que eso es lo que Dios quiere.

Por Asael Parra

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