viernes, 18 de julio de 2014

Baja autoestima... ¡Ya no más!

Mi madre me crio siendo soltera y sólo la veía por las noches. Siempre me decía que yo era una carga y que el día en que me fuera de la casa, ella podría empezar a ser feliz. Fue así, como siendo aún una niña conocí a quien hoy es mi esposo, me pintó un futuro lleno de amor y felicidad. Supongo que el estrés por la falta de trabajo lo ha puesto agresivo ¡No sirvo para nada, ni siquiera para pensar!

        Hoy en día hay miles de personas viviendo situaciones similares a la descrita anteriormente. Es lamentable que tantos jóvenes y niños carezcan de figuras de autoridad positivas (padre, madre, abuelo (a), etcétera) que los guíen por la vida, les inculquen valores, cariño, seguridad y reconozcan su potencial. Es en la niñez cuando una persona adquiere gran parte de su bagaje cognitivo, el ejemplo resulta indispensable para formar personas de bien, consientes de sí mismas y de los demás. Es a través del ejemplo y la experiencia que un niño puede conocer su entorno y tomarlo como su naturaleza, es decir, apropiarlo con facilidad y asumir que eso es lo común y aceptable para todos,  pero ¿Qué tiene que ver la autoestima con todo esto?

       En Proverbios 18:21 se menciona que nuestras palabras tienen poder para dar vida o para dar muerte. Si una persona da comentarios negativos a otra (eres inútil, un burro, eres feo (a), eres un error, nunca lograrás algo, no podrás ser feliz)  y esta otra no tiene factores protectores que sirvan como escudos, las palabras penetrarán hasta el fondo de su ser y dejarán huellas psicológicas dañinas, perjudicando su confianza, sus relaciones con los demás, su afecto y amor propio, permitiendo a su vez una serie de abusos hacia su persona, debido a que no se conoce a sí misma y ha crecido con una idea errónea por las opiniones que otros tienen sobre ella, etiquetándola con palabras de maldición que le han impedido y convencido de que no puede ser quien quiere ser.


       La baja autoestima provoca que una persona permita cosas indebidas e indeseables. Pueden caer en abusos, desprecios, inseguridades, relaciones familiares o de pareja conflictivas, dependencia, celotipia,
bullying, adicciones, delincuencia, daño físico, psicológico, sexual, enfermedades físicas o mentales como la depresión, deseos de autolesión o suicidio, por mencionar algunos.

       La autoestima en palabras de Martínez1 “es la valoración que le damos a nuestro ser, el conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que conforman nuestra personalidad, y que son aprendidos durante nuestra vida”.

       Si tú te encuentras en una situación similar, en la que debido a un pasado con experiencias desagradables has sentido que no puedes lograr lo que deseas, que mereces menos que otras personas, que tus relaciones de pareja o familiares siempre serán problemáticas. Si sientes tristeza profunda y has llegado a pensar hasta en la muerte. Si has crecido con palabras y etiquetas que han estado dañando tu corazón repitiéndote que no vales nada, que eres inútil, que eres un error y que nadie te quiere.

       Déjame decirte que eso no es así, hay alguien que te ama con amor eterno, infinito e incondicional, que te ha creado como una persona única e irremplazable para que formara parte de este momento de la historia por una razón importante, ese alguien es Dios. Él tiene un plan perfecto para tu vida y para los que están a tu alrededor.

       Tal vez pienses, y ¿Dónde estuvo Dios cuando me ofendían o me abusaban? Él siempre ha estado a tu lado, dándote la vida y la fortaleza para seguir adelante. A veces permite cosas que no entendemos en el preciso momento, pero al pasar del tiempo, nos damos cuenta de que gracias a que alguna situación ocurrió, estamos preparados para lo que está por venir, y tenemos la confianza en su palabras cuando nos dice: “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros declara el Señor planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza” Jeremías 29:11.

       Dios siempre tiene lo mejor para nosotros, Él puede restaurar un corazón herido y transformar toda una vida a través del poder del perdón y el amor, esos elementos son indispensables para liberarte de ataduras del pasado y caminar hoy en día con la frente en alto, con una sonrisa en el rostro y hacer resplandecer la luz que hay en tu interior.

       Al aceptar a Jesús en tu corazón y permitir que Él ordene cada aspecto de tu vida, gozo y paz te llenarán y una nueva identidad te esperará; ahora podrás ser llamado hijo de Dios y como tal, todo lo puedes lograr, reconocerás que eres y siempre has sido, un ser amado, protegido, guiado, bendecido, respaldado, fortalecido, un ser que puede servir a otros para ayudarlos a vivir en plenitud conociendo su potencial y su verdadera identidad. Así que ya lo sabes, Dios quiere que seas una persona feliz, no permitas menos de lo que mereces; sólo Él puede restaurar tus emociones.
Éxito.

Maribel Sánchez

1Martínez, E. (2010). Desarrolla tu autoestima con PNL. México: Editores Mexicanos Unidos.

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