Hoy en día hay miles de personas viviendo situaciones similares a la descrita anteriormente. Es lamentable que tantos jóvenes y niños carezcan de figuras de autoridad positivas (padre, madre, abuelo (a), etcétera) que los guíen por la vida, les inculquen valores, cariño, seguridad y reconozcan su potencial. Es en la niñez cuando una persona adquiere gran parte de su bagaje cognitivo, el ejemplo resulta indispensable para formar personas de bien, consientes de sí mismas y de los demás. Es a través del ejemplo y la experiencia que un niño puede conocer su entorno y tomarlo como su naturaleza, es decir, apropiarlo con facilidad y asumir que eso es lo común y aceptable para todos, pero ¿Qué tiene que ver la autoestima con todo esto?
En Proverbios 18:21 se menciona que nuestras palabras tienen poder para dar vida o para dar muerte. Si una persona da comentarios negativos a otra (eres inútil, un burro, eres feo (a), eres un error, nunca lograrás algo, no podrás ser feliz) y esta otra no tiene factores protectores que sirvan como escudos, las palabras penetrarán hasta el fondo de su ser y dejarán huellas psicológicas dañinas, perjudicando su confianza, sus relaciones con los demás, su afecto y amor propio, permitiendo a su vez una serie de abusos hacia su persona, debido a que no se conoce a sí misma y ha crecido con una idea errónea por las opiniones que otros tienen sobre ella, etiquetándola con palabras de maldición que le han impedido y convencido de que no puede ser quien quiere ser.
La baja autoestima provoca que una persona permita cosas indebidas e indeseables. Pueden caer en abusos, desprecios, inseguridades, relaciones familiares o de pareja conflictivas, dependencia, celotipia,
bullying, adicciones, delincuencia, daño físico, psicológico, sexual, enfermedades físicas o mentales como la depresión, deseos de autolesión o suicidio, por mencionar algunos.
La autoestima en palabras de Martínez1 “es la valoración que le damos a nuestro ser, el conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que conforman nuestra personalidad, y que son aprendidos durante nuestra vida”.
Si tú te encuentras en una situación similar, en la que debido a un pasado con experiencias desagradables has sentido que no puedes lograr lo que deseas, que mereces menos que otras personas, que tus relaciones de pareja o familiares siempre serán problemáticas. Si sientes tristeza profunda y has llegado a pensar hasta en la muerte. Si has crecido con palabras y etiquetas que han estado dañando tu corazón repitiéndote que no vales nada, que eres inútil, que eres un error y que nadie te quiere.
Déjame decirte que eso no es así, hay alguien que te ama con amor eterno, infinito e incondicional, que te ha creado como una persona única e irremplazable para que formara parte de este momento de la historia por una razón importante, ese alguien es Dios. Él tiene un plan perfecto para tu vida y para los que están a tu alrededor.
Tal vez pienses, y ¿Dónde estuvo Dios cuando me ofendían o me abusaban? Él siempre ha estado a tu lado, dándote la vida y la fortaleza para seguir adelante. A veces permite cosas que no entendemos en el preciso momento, pero al pasar del tiempo, nos damos cuenta de que gracias a que alguna situación ocurrió, estamos preparados para lo que está por venir, y tenemos la confianza en su palabras cuando nos dice: “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros declara el Señor planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza” Jeremías 29:11.
Dios siempre tiene lo mejor para nosotros, Él puede restaurar un corazón herido y transformar toda una vida a través del poder del perdón y el amor, esos elementos son indispensables para liberarte de ataduras del pasado y caminar hoy en día con la frente en alto, con una sonrisa en el rostro y hacer resplandecer la luz que hay en tu interior.
Al aceptar a Jesús en tu corazón y permitir que Él ordene cada aspecto de tu vida, gozo y paz te llenarán y una nueva identidad te esperará; ahora podrás ser llamado hijo de Dios y como tal, todo lo puedes lograr, reconocerás que eres y siempre has sido, un ser amado, protegido, guiado, bendecido, respaldado, fortalecido, un ser que puede servir a otros para ayudarlos a vivir en plenitud conociendo su potencial y su verdadera identidad. Así que ya lo sabes, Dios quiere que seas una persona feliz, no permitas menos de lo que mereces; sólo Él puede restaurar tus emociones.
Éxito.
Maribel Sánchez
1Martínez, E. (2010). Desarrolla tu autoestima con PNL. México: Editores Mexicanos Unidos.
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