Probablemente a todos nos ha tocado ver
alguna vez (tal vez participar en) una pastorela. Representada miles de veces
en primarias y secundarias de todo el país, la pastorela aparentemente tiene un
mensaje bíblico digno de navidad, mezclado con humor a la mexicana ¿sí es así,
no?
Si nunca te preguntaste de dónde viene la
pastorela porque pensaste que no habría de tener gran chiste, deja te digo que
hay más tradición detrás de ella, de lo que creíste.
Un
poco de historia
Todo comenzó en el siglo XII (en plena edad
media), cuando surgió un incipiente movimiento teatral conocido como los “autos
sacramentales”; es decir, obras de teatro que representaban escenas bíblicas. Y
el primero del que se tiene registro se llamaba “Auto de los Reyes Magos” (se
llama “auto” porque significa “propio de”).
Estas obras se representaban con la
intención (principalmente) de alabar a Dios o de evangelizar a la población. La
iglesia católica se tomó de ellos para representar el misterio de la eucaristía
y los sacramentos (de ahí el nombre).
Sin embargo no fie hasta los años 1500, que
se comenzaron a popularizar estas representaciones, gracias principalmente a
que autos de gran calidad literaria empezaron a escribir obras de este género.
Incluso en los años 1600, nuestra vieja amiga Sor Juana Inés de la Cruz (la
chavita ésta que salía en los billetes de 200 pesos) llegó a escribir autos
sacramentales.
¿Y
qué tiene de especial la pastorela?
Resulta que cuando los españoles
conquistaron Tenochtitlán y comenzaron a desarrollar la Nueva España y demás
reinados de la colonia en América, se valieron de estos autos como herramienta
de evangelización sobre la población indígena. Con los años, y conforme se fue
generando una nueva sociedad novohispana en México, estas obras fueron adquiriendo
un tono más jocoso y juguetón, llegando en algunas ocasiones a rosar con la
burla y el sarcasmo.
Así llegamos a la “Pastorela”, un auto
sacramental que narra la historia de los pastores que fueron a visitar a Jesús
al nacer (pasaje que podemos encontrar en Lucas 2: 8-20). Vale mencionar que si
bien, la historia se centra en dichos pastorcitos (de donde toma su nombre
“pastorela”), diferentes versiones integran en mayor o en menor medida a José y
María, y su camino a Belén.
La biblia resume todo el viaje de los
pastores a Belén en un solo versículo que dice “Vinieron, pues,
apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre”
(Lucas 8: 16), pero los autores de las pastorelas han desarrollado toda una
compleja travesía en la que el diablo y sus secuaces (generalmente siete
diablitos que representan los llamados pecados capitales) intentan distraer a
los pastores, hacerlos caer en pecado y evitar que lleguen al nacimiento de
Jesús.
Por otro lado, los pastores tienen la ayuda
de San Miguel, casi siempre acompañado de un segundo ángel menos inteligente y
buen patiño (perfecto personaje para los chistes). San Miguel no suele ser tan
abusado y listo como el diablo, pero siempre al final el bien triunfa y los
ángeles derrotan a Satanás, permitiendo que los pastores completen su misión.
La pastorela acaba con ellos visitando a
José, María y Jesús.
Tercer
acto
En México, las pastorelas tuvieron un éxito
tremendo y es tradición que año tras año se representen en vísperas de navidad.
Muchas escuelas las representan antes de salir de vacaciones, grupos teatrales
se presentan en fiestas y eventos locales y hasta películas se han grabado con
esta temática.
Pero ¿es bíblica la pastorela? Si bien está
basada en un pasaje bíblico que ya mencionamos, es verdad también que el 95% de
lo que incluye una pastorela es sacado de la imaginación del autor y no de la
palabra de Dios. Sin mencionar que los personajes de los ángeles se suelen
denigrar y el humor en ocasiones puede ser muy vulgar.
La pastorela no es mala per se, puede ser una herramienta muy
útil y divertida para recordarle a la gente que el verdadero significado de la
navidad es Dios mismo amándonos y el nacimiento de Jesús. Pero no la
convirtamos en un show corriente como cualquier otro. No mundanicemos la
biblia, mejor evangelicemos al mundo.
Sucedió que cuando los ángeles se fueron de
ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta
Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
Lucas 8: 15
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